Los implantes dentales se tratan de simples reemplazos de los dientes faltantes de la dentadura. Están formados por un tornillo de titanio que se introduce en el hueso maxilar. Se utiliza este metal debido a que se trata de un material biocompatible, lo que significa que se fusionará con el hueso con facilidad. Sobre este se suele colocar una corona que será la parte visible del implante y la que reemplace el diente perdido.
Estos implantes han sido un gran avance y han podido solucionar diversos problemas por la falta de dientes en muchos pacientes. La dentadura es de gran importancia, ya que no sólo nos permite digerir los alimentos, sino que también nos ayudan a modular las palabras. Por ello, los tratamientos dentales toman un papel muy importante como parte de la salud en general.
Al ser una intervención quirúrgica, los pacientes suelen tener demasiadas dudas y preguntas. De hecho, la pregunta más frecuente es si este tratamiento causa algún dolor.
Como cualquier cirugía, es necesario el uso de anestesia para poder llevarla a cabo, por lo que en principio no debería de causar dolor si se usa la cantidad adecuada. Además, hay que tener en cuenta que antes y después de la intervención se recetan una serie de medicamentos que alivian las posibles molestias que puedan surgir.
Se suele utilizar anestesia local en este tipo de procedimientos, en la cual sólo se desensibilizan los nervios de las encías. Con esta anestesia el paciente es consciente de lo que ocurre, sin embargo, el objetivo de usar este tipo de anestesia es evitar cualquier tipo de aflicción.
En efecto, la molestia no suele generarse durante la intervención, sino más bien durante los días posteriores en los cuales te vas acostumbrando a la presencia de los implantes. Otro hecho que puede causar dichas molestias son ciertos hábitos como apretar la mandíbula, rechinar al dormir, fumar o incluso llevar una mala higiene.
Es de importancia mencionar que la incomodidad generada por este tipo de operación es normal hasta cierto punto. Por lo general, el dolor suele durar unos dos o tres días, pero si esa molestia persiste, habría que acudir al especialista.
Las recomendaciones de los odontólogos posteriormente a esta cirugía serían:
- Mantener un poco de presión con un algodón para que se forme un coágulo y se cierre la herida con facilidad.
- Evitar enjuagarse durante las primeras 24 horas para evitar provocar el sangrado.
- Tomar antibióticos (recetados por el especialista) en el caso de que haya una infección.
Aplicar frío local para aliviar la inflamación de las encías.
