La cavidad bucal se compone de muchas estructuras que funcionan de forma conjunta para llevar a cabo funciones tan importantes como la masticación, el lenguaje y la fonación.
En este artículo, hoy vamos a conocer cuáles son las partes de un diente. Entender cuál es su composición nos ayudará a comprender cómo una estructura tan compleja puede influir en nuestra salud, tanto dental como general, de tantas maneras. Veamos.
El diente, una estructura anatómica con una importante función;
Los dientes son esas estructuras de color blanco y consistencia dura que se encuentran fijadas a los huesos maxilares dentro de la cavidad bucal. Se utilizan para cortar, masticar y triturar los alimentos y, además, juegan un papel muy importante en el habla.
¿Cuáles son las partes de un diente?
Morfológicamente, en cada diente podemos encontrar 3 partes diferenciadas:
– Corona: es la zona superior del diente, la que queda a la vista. La corona puede adoptar diferentes formas, según la función que desempeñen. De este modo encontramos incisivos, caninos, molares y premolares.
– Cuello o borde de la encía: es el lugar donde se unen la corona del diente y la encía. A esta zona se debe prestar mucha atención, ya que una higiene dental inadecuada o deficiente puede hacer que se acumule placa y sarro, lo que puede desencadenar en gingivitis u otros problemas dentales.
– Raíz: es la zona que no se ve del diente y que queda alojada dentro del hueso mandibular. Aunque quede oculta, es la parte más grande del diente, llegando a constituir hasta dos terceras partes de su tamaño.
Estructura del diente
El diente es una estructura que se compone de las siguientes partes:
– Esmalte: Es la parte más exterior y también la más dura de la corona, no obstante es el tejido más duro de los que se compone el cuerpo humano. Es la parte del diente que queda más expuesta a las agresiones y a una mala higiene dental. No cuenta con terminaciones nerviosas, por lo que es insensible al dolor.
– Dentina: Es la capa que se sitúa debajo del esmalte. En su estructura contiene numerosos túbulos que conducen hasta la pulpa. Por ello, un daño en el esmalte que deje expuesta la dentina puede acabar ocasionando problemas de dolor y sensibilidad dental.
– La pulpa: Es la zona más interna del diente. Está formada por un tejido blando que cuenta con vasos sanguíneos y nervios.
– Periodonto: son las estructuras que no forman parte del diente pero que le sirven de soporte y de sujeción. El periodonto se compone de:
- La encía: es la zona mucosa que rodea el diente y que cubre el hueso alveolar.
- El ligamento periodontal: rodea la raíz del diente y lo une al hueso alveolar
- El cemento: es un tejido que tiene una estructura similar al hueso que recubre la superficie de la raíz.
- El hueso alveolar: es la parte del hueso donde se alojan los dientes.
En resumen, los dientes tienen una estructura con una gran complejidad de la que pueden derivarse un gran número de problemas y enfermedades. Por ello, si quieres cuidar de tus dientes y de tu salud no te olvides de tus revisiones con el dentista.